jueves, 29 de marzo de 2012

ANHELOS PROHIBIDOS

Palabras claves: neurosis-obsesiva, infancia, Freud, ética, inconsciente, deber, querer, reprimir, deseos, ratas, muerte, castigo.

El hombre de las ratas un caso realmente interesante, donde nos daremos cuenta de cómo se dan una serie de acontecimientos aparentemente inofensivos en la vida de un niño, que a final de cuentas dañan mucho la personalidad de este infante. Comenzamos mencionando que su verdadero nombre era Ernst Lanzer (1878-1914), él fue un niño el cual tuvo deseos sexuales a muy temprana edad.

Las nanas de este pequeño se dejaban tocar sus parte intimas por él, claro con su respetiva condición de “no le vallas a decir a nadie”, en este caso el niño se sentía con poder pero a la vez muy limitado, ahí es cuando muerde a una de sus nanas y su madre lo regaña y le dice que eso está mal, entonces el niño tiene la impotencia de no poder hacerlo. Desde aquí es donde él se empieza a identificar con los roedores, por el hecho de que las ratas también muerden; y si lo vemos desde otro punto de vista esto de ser limitado se puede ver como una amenaza de castración porque no lo dejan hacer lo que él quiere, por así decirlo. Cabe mencionar que cuando el infante crece desarrolla una vida sexual poco activa.

Cuando él crece va a un campo militar donde al perder sus lentes y pedirlos por correo adquiere una deuda con un militar de rango mayor, él promete pagar esa deuda pero tiene muchos conflictos para hacerlo, empieza a pensar que si no la paga, a su padre o a él le aplicaran un castigo sobre el que le habían hablado, esté castigo consistía en sentar a la persona en un bote lleno de ratas hambrientas y después pegarle al bote para que dichos animales se estresaran y buscaran una salida y su única salida sería el ano de la persona que este sentada en el bote, la cual moriría por el desgarre que le provocarían los roedores. 

Lo más curioso de esto es que inconscientemente Ernst deseaba ese castigo ya que quería ser penetrado por las ratas, esto tiene que ver en que si no podía obtener el placer sexual penetrando, lo quería obtener siendo penetrado, sin embargo, por el contexto en el que vivía, esto no era lo correcto.

Cuando Ernst era pequeño tenía deseos recurrentes de que su padre muriera sólo para que una niña le hiciera caso al compadecerse de él, pero al darse cuenta de que esto está mal, los reprime, más adelante, cuando tiene una novia que no le puede dar hijos también tiene deseos de que le pasen cosas malas pero al igual los reprime. Lanzer le comentó a Freud que en una ocasión que su novia se iba a ir del pueblo en carruaje, él vio una piedra en el camino e imaginó que ésta podría producir un accidente, así que la retiró, y luego pensó que eso era estúpido y la volvió a colocar en el mismo lugar, con esto Freud dudó acerca de si el hombre quería protegerla o si quería ocultar los deseos de dañarla, debido a que una persona obsesiva-compulsiva ( que resulta estresante tanto para la persona que lo padece como para los que están alrededor), está en una búsqueda frecuente de saciar su angustia, y para hacerlo tiene que hacer rituales repetitivos que calmen su angustia, pero sin olvidar que esto es un circulo vicioso que llega a perjudicar gravemente, en este caso el sujeto que se encuentra en una constante lucha entre Vida (eros) y Muerte (thanatos). Que él desee la muerte de sus familiares y seres queridos le resulta tentador pero ninguna de éstas emociones podían ser exteriorizados y menos porque al ser un militar tienen una imagen narcisista, siempre quierendo ser los mejores y quieren todo lo mejor, son personas tan rígidas que no se pueden dar el lujo de sacar a flote todos sus deseos ocultos, y al no poder exteriorizarlo se queda guardado y crea un conflicto muy fuerte en el individuo, lo cual lo lleva a desear cosas que muchas veces pueden ser inconcebibles.
Neurosis


La ética y las normas han sido construidas para que los seres humanos podamos sobrevivir en una sociedad, sin embargo como menciona José Antonio Marina en su libro Ética para náufragos: “tiene mucha importancia para la moral la relación entre los sentimientos y el deseo” (MARINA) y nos podemos dar cuenta que de alguna manera siempre estamos en esa disyuntiva de “quiero hacer algo pero no puedo o mejor dicho no debo ya que podría afectar la manera en que los demás individuos de la sociedad me vean y traten”, pero al mismo tiempo queda esa insatisfacción por no hacer lo que se quiere hacer. Es así como vamos aprendiendo qué actitudes o conductas son aceptadas y cuáles no, conforme vamos creciendo y de acuerdo a las vivencias que hayamos tenido, vamos construyendo procesos mentales y formamos lo que es el aparato psíquico que Freud también menciona, de manera que algunas personas se deja llevar más por el ello, otros por el yo, pero es como si los neuróticos no pudieran estar bien establecidos en alguno de esos dos; Freud explica que: “Los neuróticos son aquella clase de seres humanos que en virtud de una organización refractaria sólo han conseguido, bajo el influjo de los reclamos culturales, una sofocación aparente, y en progresivo fracaso, de sus pulsiones”.

Éste padecimiento lo podemos observar en Lanzer Ernst ya que él siempre estuvo en un estado de “lo quiero, pero no debo”, hasta el grado de querer dañarse a sí mismo, un ejemplo es cuando surgen estos deseos de querer dañar a la abuela de su amada, pero inmediatamente después necesita del castigo por haber tenido esa clase de pensamientos. 1Y a mi parecer éste tipo de pensamientos están muy relacionados con la religión, porque como sabemos la religión siempre ha enseñado que hacer el bien atrae sus recompensan y hacer el mal sus castigos.

Nosotros pensamos que Quizá Ernst pudo llegar a sentirse identificado ya que cuando él era niño, le mostro a su mamá que tuvo una erección y al ser castigado por eso, pudo haberle provocado una  sensación de vergüenza y de que hizo mal al haber tenido esa reacción fisiológica, por lo que cada vez que él hiciera algo con intenciones dañinas o desagradables merecería ser castigado.

Ese momento lo marcó de una manera determinante ya que justo en ese tiempo comenzaba a despertar su instinto libidinal y el que le pusieran un alto de manera tajante, lo detuvo de seguir experimentando, pero no fue suficiente como para lograr controlar sus deseos.
 
La conclusión para este caso es que toda su vida se condensó en un momento y en una situación, en un castigo que parece muy perturbador, lo era y lo es, sin embargo, él no deseaba ser castigado con esa sanción en particular (el castigo de las ratas), solamente que era la única manera en que su inconsciente podía liberar lo que durante tanto tiempo se había reprimido en él ya que se sentía identificado con los roedores, de forma que lo único que este individuo pretendía era tener placer sexual como cualquier otra persona; la única diferencia radica en que él siempre fue castigado y esto no le permitió desarrollarse de una manera adecuada. Esto le provocó ser una persona muy extremista y obsesiva en sus pensamientos y decisiones.

Sigmund Freud
El contexto sigue siendo la parte fundamental e influyó para que los casos tomaran cierto rumbo, teniendo tintes de ser situaciones en donde las personas ya están muy perturbadas, pero todo fue gracias al tiempo en que todo sucedió ya que actualmente si se estudiara un caso similar o a una persona en circunstancias similares, sería completamente diferente por varias razones: el contexto, las emociones de cada persona, como es que viven sus problemas; todos los casos así como todo en esta vida, por más similar que parezcan y aunque las circunstancias sean muy parecidas, nunca serán igual y ésta es una frase que desde que yo estaba en la secundaria y que lo recuerdo, siempre la he defendido ya que no me gusta generalizar porque cada ser en este mundo es único, especial y diferente.

A Sigmund Freud, se le reconoce de nuestra parte y sabemos que se le ha reconocido durante mucho tiempo y así seguirá siendo, todas las aportaciones que hizo a la Psicología, más allá de si todo lo que expuso en sus teorías era verdad o no, de si le creemos muchas cosas o no, solamente por haber tenido el valor de contradecir a muchos teóricos de aquel tiempo, de expresar sus ideas a pesar del contexto que se encontraba a su alrededor, de que no importara el parecer diferente a los demás y el defender sus ideas a pesar de cualquier adversidad, es justo que se le reconozca y se le agradezca.

Bibliografía: Freud, Sigmund. Obras completas de Sigmund Freud. Volumen X - «Análisis de la fobia de un niño de cinco años» y «A propósito de un caso de neurosis obsesiva» (1909). 2. A propósito de un caso de neurosis obsesiva (1909).

Links relacionados:
http://www.youtube.com/watch?v=skipsA9imU8
 

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